Una sopa
bien verde, una inspiración momentánea de un día de frío y cansancio. Lo más
fácil del mundo.
Las
cantidades son para la cena de una persona, incluir a más comensales no tiene
mucha complejidad.
Lo que
lleva:
· Arvejas secas: dos puñados, una
taza
· Puerros: 1
· Zapallitos: 1/2
· Caldo de verduras: 1/2 cubito.
Cómo
hacemos:
Antes que
nada, conviene remojar las arvejas unas horas así se cocinan más rápido. Va a
ser importante que se cocinen muy muy bien. Una vez remojadas, les cambiamos el
agua y las ponemos al fuego con el caldo. Hay que hacerlo un buen rato antes
porque tardan pero no hay que vigilarlas demasiado, sólo que tengan suficiente
agua para después no pasarse media vida despegando lo quemado de la olla.
Cuando
las arvejas empiezan a estar cocidas y a desarmarse apenas, agregamos los
puerros cortados parejitos y los cocinamos unos 5 o 10 minutos. Ahí agregamos
los zapallitos cortados en cubos grandecitos (porque se achica). Cuando juzgan
que el zapallito está cocido seguro que también estará bien todo lo demás.
Conviene mover un poquín a las arvejas de vez en cuando para que se desarmen
del todo, se saben hacer crema ellas solas.
Yo no lo hice, pero en la etapa
final de la cocción pueden agregar leche, crema o queso blanco para una
preparación más cremosa. O ponerle queso fresco o de rallar una vez en el
plato.
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